Monday, March 18, 2013

¿Cómo Dejar de Ser un Amargado(a)?

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!!”
Filipenses 4:4
Crees que algunas de las siguientes frases se cruzan demasiado seguido por tu mente:
  • “¡Hacen demasiado ruido esos(as) niños!”
  • “Es que ellos(as) NO entienden.”
  • “Sencillamente TODO me estorba.”
  • “¿Es que no pueden ir a hacer eso lejos de mi?”
  • “Yo me merezco algo mejor que eso…”
  • “Soy demasiado inteligente para esta gente…”
  • “¿Cómo puedo disfrutar de la vida si no tengo lo que realmente quiero?”
Y podríamos seguir con esta lista de frases, en realidad tú te conoces y sabes a lo que me refiero, es muy posible que si te has identificado con este perfil es porque eres un amargado(a), y lo primero que quiero decirte es que no te debes de sentir mal por serlo y sentirte derrotado antes de tiempo, todos tenemos nuestras áreas débiles y en tu caso esta puede ser tu “oportunidad de mejora”. Pero también necesito decirte que no está bien ser un amargado(a), en primer lugar, porque no agradamos a Dios con esa clase de conducta, la Biblia nos manda a que nos “regocijemos en el Señor siempre” y siempre,… es siempre. 
Así que, sí en realidad deseamos dejar atrás esa conducta tan negativa, debemos identificar cuáles son las raíces de la misma y en base a ello, ¡Cortar esas raíces de amargura de nuestras vidas para siempre!, Veamos los siguientes casos, quizás ahí encontraremos la raíz que esta afectándote:

Raíz No. 1: Por no perdonar a otros

Sí, es muy probable que alguien te haya lastimado o hecho algo que te daño tan profundamente que, a pesar que pasen los años, no lo(a) hayas podido perdonar, y sí fueron muchas personas que te lastimaron y ha sido mucho el rencor que has almacenado, muy seguramente la raíz de tu amargura esta en el hecho de no poder perdonar a los demás. Es comprensible esta situación, pero lo bueno es que, ¡también tiene solución!, leamos lo que nos ha enseñado el Maestro:
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” Mateo 18:21-22
Dios sabe perfectamente que entre nosotros mismos podemos dañarnos y producto del rencor acumular amargura en nuestros corazones, es por esta razón que Él nos enseña que debemos perdonar a todos los que nos hayan hecho alguna maldad en contra nuestra, no digo que sea fácil, pero lo cierto es que sí Dios pudo perdonarnos todo lo malo que le hemos hecho, ¿Podemos hacer lo mismo nosotros?, pues eso es precisamente lo que Dios desea, y es una de las formas de liberar tu corazón de la amargura.
¿Deseas exterminar esta raíz? Perdona a quien tengas que, no porque esa persona se lo merezca o incluso lo haya pedido, sino porque Dios nos lo ha enseñado y de paso sentirás una gran paz al hacerlo. No vale la pena amargarte por los demás. ¡Elige perdonar!

Raíz No. 2: Por creer que merecemos “algo más…”

“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” Romanos 3:23
Cuando pensamos que nosotros “nos merecemos algo más” se me viene a la mente este verso de Romanos 3:23, y es bastante animante porque, siempre la Biblia nos pone en la perspectiva correcta de las cosas, lo único en realidad que nosotros “nos merecemos” es el infierno. Nosotros hemos sido los que nos apartamos de Dios, nosotros hemos pecado contra Él y nosotros no hemos seguido sus instrucciones, somos nosotros los que decidimos simplemente ignorarlo y es por ésta razón que todos hemos pecado y hemos sido destituidos de Su presencia. Eso hace más maravilloso el mensaje de las buenas nuevas, saber y creer que Dios nos amo tanto que envío a Su Hijo a morir por nuestras culpas, para perdonarnos, para darnos una nueva vida a Su lado, sí es que creemos que Su sacrifico es suficiente para limpiarnos y lo aceptamos como nuestro Salvador.
Otro problema es que, cuando creemos que “nos merecemos algo más” perdemos de vista todas las bendiciones que Dios ya nos ha otorgado gratuitamente mediante Su gracia. Entonces no estamos siendo agradecidos por todas las cosas que ya tenemos, puesto que pasamos pensando en las que supuestamente hacen falta, lo cierto es que no merecemos nada y aún así Dios nos ha dado todo. Todo lo que tenemos y aún más.
“Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.”  1 Corintios 3:21-23
¿Quieres cortar esta raíz de amargura en tu vida?… Entonces debes elegir ¡Ser agradecido con todo lo que YA tienes!

Raíz No. 3: Por no hacer lo que Dios quiere que hagamos

Otra posible raíz de amargura es que aún no encuentras o no quieres encontrar lo que Dios desea que hagas con tu vida, es claro que sí no aprovechamos bien nuestro tiempo, algo dentro de nosotros va a estar muy molesto siempre, y eso es porque en nuestro interior sabemos que estamos desperdiciando nuestra vida, y es claro que, a nadie le gustaría saber que vino al mundo para nada.
“Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios,…”
1 Corintios 1:1a
Pablo estaba bien claro en cuanto a cuál era su llamado, él sabía que había sido llamado a ser apóstol, pero además sabía perfectamente que estaba cumpliendo la voluntad de Dios al hacerlo, no te estoy diciendo que Dios necesariamente te esta llamando al apostolado, porque no sé cuál es tu llamado, tú debes averiguarlo por tu cuenta con mucha oración y consejo, identificando cuáles son tus áreas fuertes y dones espirituales, es entonces cuando podrás hacer el trabajo que Dios desea tú hagas con tu vida.
Déjame afirmarte algo muy importante:
¡Es imposible que haciendo la voluntad de Dios te sientas amargado(a)!
“Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová
Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.”

Proverbios 16:7

Conclusión

Podemos concluir que:
El orgullo es la raíz de todas las amarguras.
¡Muchos ánimos y que Dios te bendiga!

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