Sunday, October 13, 2013

El Diablo enemigo de Dios y nuestro.

1).- El Diablo enemigo de Dios y nuestro. 
 
Como ya hemos hecho referencia en un estudio anteri
or, el diablo era uno de los ángeles más
poderosos del cielo y comandaba la tercera parte de
los ángeles de Dios (esta historia está
relatada en el libro de Ezequiel), cuando se reveló
, queriendo ser igual a Dios, el Señor lo
castigó haciéndolo espanto para todas las naciones
y los ángeles que le seguían fueron
convertidos en demonios, que son ahora sus secuaces
, él tenía esperanzas entonces de quitarle
el reino de la tierra a Dios, para reinar él para
siempre, hasta que Cristo lo venció en la cruz del
Calvario, lo venció por que pudo vivir sin pecar en
este mundo, a pesar de todas las tentaciones
a las que fue sometido siendo esta la única manera
de poder ofrecer a Dios, un sacrificio
perfecto por los pecados de la humanidad. Ya el dia
blo sabe que está vencido, y que le queda
poco tiempo para ser condenado y echado en el infie
rno para siempre, pues la justicia de Dios
hacia la humanidad ha sido satisfecha por la muerte
de Jesús, por esto se opone y quiere dañar
todo lo que sea de Dios, y le glorifique. Un cristi
ano, es una posesión preciosa para Dios por lo
cual él tratará siempre de destruirnos y apartarnos
de Dios, para arrastrarnos con él a su misma
condenación.
Efesios 6:12-13
.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sin
o contra
principados, contra potestades, contra los gobernad
ores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones cele
stes. Por tanto, tomad toda la armadura de
Dios, para que podáis resistir en el día malo, y ha
biendo acabado todo, estar firmes.”
2).- Debemos estar alertas.
Es nuestro deber velar, pues el diablo y sus demoni
os nos acechan, solamente permaneciendo
en Cristo y protegidos por su poder, podemos librar
nos de la maldad de nuestro mayor
enemigo. El Salmo 34: 7 dice que “el ángel de Jehov
á acampa al rededor de los que le temen y
los defiende” está claro que nosotros mismos no pod
remos nunca defendernos del ataque del
diablo y sus demonios, pero si andamos en el temor
de Dios, sus ángeles nos protegerán, ya que
los ángeles como lo dice la palabra de Dios sólo pr
otegen a los que le temen y guardan sus
mandamientos, pero si alguno anda desordenadamente
agradando a su carne y no a Dios caerá
irremediablemente en las asechanzas del maligno. Te
ngamos pues confianza en Jesucristo, él
ahora es nuestro protector ya no temamos más al fut
uro, ni a la muerte, ni a los demonio, etc., la
Palabra de Dios dice: “no
se adormecerá ni desfallecerá el que te guarda
”. Leamos en
1 Pedro
5:8-9;
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar; al cual resisti
d firmes en la fe, sabiendo que los mismos
padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermano
s en todo el mundo.”
3).- El diablo con sus demonios trata de confundir.
El diablo con sus demonios trata de confundir a tod
o el mundo y apartarlo del Camino de Dios,
inclusive a los creyentes, pues él conoce la Palabr
a de Dios más que nosotros, ya que nosotros
la conocemos porque nos la han enseñado, pero él es
testigo presencial y en algunos casos
protagonista de sus hechos, fue él el que tentó a J
esús en el desierto, fue él el que trató de
matarlo cuando aún era un bebé en la matanza de los
niños, etc., y él tratará de desviarnos de la
adoración de Jesús porque sabe que ese es el camino
de la salvación, por esto debemos estudiar
la palabra de Dios, para que no nos pueda confundir
, con alguna enseñanza distorsionada y en
contra de la voluntad de Dios. Su propósito princip
al desviar a las personas del camino de
Jesucristo es. El sabe que Dios ha establecido un s
olo camino de regreso a él y es Jesús de
Nazaret, fuera de ese camino estamos perdidos. Leam
os el siguiente pasaje:
2 Corintios 11: 13-
15;
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudul
entos, que se disfrazan como apóstoles
de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satan
ás se disfraza como ángel de luz. Así que,
no es extraño si también sus ministros se disfrazan
como ministros de justicia; cuyo fin será
conforme a sus obras.”
4).- El diablo utiliza nuestras debilidades.
El diablo utiliza nuestras debilidades para tentarn
os, ese lado débil que todos tenemos, pues
somos atraídos solamente por aquellas cosas pecamin
osas que nos agradan, cada persona es
diferente incluso en nuestras debilidades, hay quie
nes su tropiezo principal es el alcohol, para
otros las mujeres, otros apropiarse de lo ajeno, as
í como para las mujeres, la moda, los
hombres, etc., cada uno de nosotros sabemos de que
lado cojeamos, por decirlo así, por esto
debemos también cuidarnos ya que es precisamente po
r allí que seremos tentados; conozco el
caso de amigos cuya debilidad son las mujeres, y an
tes de llegar a Cristo con mucha dificultad
lograban que alguna se fijara en ellos, pero ahora
han sido tentados de tal manera que se han
sorprendido, al reconocer detrás de esto la mano d
el diablo, por la facilidad con que se
presentan las situaciones.
Santiago 1: 13-15
.
“Cuando alguno es tentado, no diga que es
tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser
tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia c
oncupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebid
o, da a luz el pecado; y el pecado, siendo
consumado, da a luz la muerte.”
5).- La victoria de Cristo, es nuestra.
Todas estas cosas las hemos comentado, no con el pr
opósito de alarmarle sino de que estemos
claros de como funcionan las cosas en el ámbito esp
iritual, si somos creyentes sinceros
debemos descansar en el Señor, pues ninguno que viv
a en el temor de Dios podrá ser apartado
de él jamás. Si permanecemos en Cristo la victoria
será nuestra, pues “¿si Dios es con nosotros,
quien contra nosotros?” No es la intención de que l
e tengamos temor al diablo, pues él está
vencido, solamente que nos cuidemos de sus “zancadi
llas”, estando alertas. Dios nos ha
liberado de nuestros temores, para que el único tem
or que exista en nosotros, sea el temor de
hacer lo malo, así que ¿quien? Ya sea en el cielo
o en la tierra podrá hacernos mal, si nosotros
estamos aferrados a Jesús y él es nuestro pastor qu
e dio su vida por nosotros.
Salmos 91: 1-4
;
“El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo l
a sombra del Omnipotente. Diré yo a
Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en
quien confiaré. El te librará del lazo del
cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te
cubrirá, Y debajo de sus alas estarás
seguro; Escudo y adarga es su verdad.”

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