Tuesday, April 9, 2013

¿Quiénes de verdad siguen a Cristo?


¿Quiénes de verdad siguen a Cristo?

Un verdadero discípulo de Cristo so sólo admira lo que él hizo, sino está dispuesto a imitar en todo a su maestro; según leemos: El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo (1Jn. 2:6). Aunque el mundo ha estado lleno de admiradores de Jesús, a quien le cantan y vitorean; son demasiado pocos los que están dispuestos a imitarle efectivamente, como lo enseña el apóstol Pablo: Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo (1Co. 11:1). No basta, pues, con hablar de su abnegación y renuncia, porque Él demanda lo mismo a quienes le siguen: ...si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame... Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiera su alma?... (Mt. 16:24,26). Note usted que para alcanzar a Cristo y su salvación hay que estar también dispuestos a perder las glorias que este mundo ofrece.
Cuando Cristo se refería a los ricos, decía: ...¡cuan difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! ...Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraron aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? (Mr. 10:23,25-26). Aunque muchos han pretendido atenuar el contenido de estas palabras, note usted que aun sus discípulos -sin ser ricos- dijeron: ¿quién podrá ser salvo? lo cual quiere decir que la inclinación de los muchos a la avaricia -deseo de tener más- es común en la raza humana.
¿A quiénes mira Jesucristo?
Los ojos de Jesús nunca se dirigieron a las grandes ciudades ni a los ricos, porque no necesitan de Dios; los dioses de ellos son otros, según leemos: Porque escudo es la ciencia y escudo es el dinero... (Ecl. 7:12). Respecto a la ciencia, dice: ...evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe... (1 Ti. 6:20-21) y respecto al dinero, dice: ...el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe... (1 Ti. 6-10). Note, que ambos cosas desvían a los hombres de la fe. Resuelta antagónico el surgimiento de grupos cristianos que promueven el poder político y la prosperidad económica como señal de la bendición de Dios, bajo este punto de vista, tanto Cristo como Pablo y demás discípulos vivieron bajo maldición, pues rechazaron la gloria de los hombres para vivir como pobres. Léase: ...ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas... Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras... que echen mano de la vida eterna (1Ti. 6:17-19). No basta con admirar a Jesús, ni siquiera con entender su doctrina; hay que seguir su ejemplo, si es que valoramos más la vida eterna que la vida en este mundo.
¿Lo entiende usted?

Primera parte

0 comments :