Sunday, March 24, 2013

El privilegio de… ¡SERVIR!

El privilegio de… ¡SERVIR!


Ser útil para determinado fin, es una de las definiciones sobre el vocablo “servir” y creo, que a pesar de las pocas palabras, la intensidad en el significado es altamente notoria.
Y aunque no nos permite conocer cuál es la metodología empleada para lograrlo, nos deja claro que lo fundamental es contribuir sacrificada y significativamente en algo que se pretende alcanzar.
Hay muchas formas por las cuales servir, algunos lo hacen por deber, otros por honor, porque se han acostumbrado a ello o sencillamente creen que es lo mejor.
Sin duda alguna aunque las motivaciones en ciertos casos no son las indicadas, de lo que si podemos estar completamente seguros es el hecho de que fuimos llamados para servir a Dios. Estamos donde estamos para servirle a Él.
Y para ello nos ha dotado de habilidades, talentos, experiencias y  capacidades mediante las cuales nos proporciona todas las herramientas para que realicemos un trabajo de calidad.
Lamentablemente nos pasamos el tiempo pensando si queremos o no servirle o servir a otros en su nombre, perdemos de vista que Dios no necesita de nuestra ayuda para hacer o deshacer, ¡Él es DIOS! y puede cambiar lo que quiera cuando quiera.
Sin embargo nos hace participes de sus obras y pese a que puede hacer las cosas por si mismo, nos regala el privilegio de colaborar y trabajar a su lado, nos hace parte importante de su trabajo y a su vez nos proporciona una bendición extra.
 “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”  1 Corintios 15:58 (RVR1960)
Definitiva y absolutamente cuando llegamos al punto de estar apasionados por Cristo no necesitamos ningún apoyo para cimentar nuestra pasión, el simple hecho de saber que Cristo va de nuestro lado es suficiente.
Consideraremos tres elementos indispensables para enfocar nuestro servicio: Ser disponible, reconocer que no somos perfectos y priorizar nuestro servicio. Así es necesitamos estar disponibles a ir y hacer lo que Dios nos mande, estar conscientes que no nos escoge para servir por nuestra habilidad sino por su deseo de hacernos partícipes y finalmente evaluar sobre qué punto de todas las formas y áreas de servicio es urgente intervenir.
“Siempre que puedas, haz todo lo bueno que puedas, por todos los medios que puedas, de todas las maneras que puedas, en todos los lugares que puedas, en todo momento que puedas, a toda la gente que puedas”. (John Wesley)
Todos y todas hemos sido llamados para cumplir y  jugar un papel fundamental dentro del reino de Dios, pero debemos decidir comenzar a servir para lo que fuimos creados, realmente la vida es indiscutiblemente corta y no podemos perdernos la oportunidad de ver ir la oportunidad de haber vivido para lo eterno.
En cierta ocasión Ron McCann expresó: “La gente que sirve no es esclava; a los esclavos se les fuerza a hacer lo que los demás les dicen. La gente que sirve, elige servir”.
Hoy llego a mis 25 años de vida, de los cuales 15 he dedicado a conocer, amar y servir a Dios. He vivido más en su presencia que fuera, tanto así que salir de ella no es una opción.
Si hubiera algo que pudiera pedir en este día, sería la fuerza y pasión que Dios merece para que mi servicio a su obra sea altamente eficiente.
¡Coram Deo!

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