Me siento cansado
Nadie puede negar que aun en la vida
cristiana llegan momentos en donde nos sentimos cansados. Cansados quizá
de esperar una respuesta, cansados de los problemas constantes que
experimentamos, cansados de ser buenos y no ver los resultados
que quisiéramos o cansados de tratar de hacer bien todo y pasar
desapercibido para todos e incluso creemos que también para Dios.
El cansancio
muchas veces puede llevarnos a alejarnos de Dios aun estando “cerca de
Él”, y es que no se necesita estar lejos de la Iglesia o del servicio a
Dios para estar lejos de Dios. Muchas veces puedes ser el mejor servidor de tu Iglesia sin embargo puede que espiritualmente estés lejos de Dios.
Sentirse cansado es hasta cierto punto normal y es que a veces el mismo cansancio
físico se traslada al ámbito espiritual y por tal razón muchas veces
dejamos de orar, dejamos de leer la Biblia, de congregarnos o de hacer
ciertas actividades que nos alimentaban y fortalecían espiritualmente.
¿Te sientes cansado?, ¿Ya no le sientes
gusto a las cosas espirituales?, ¿Sientes que ya no eres el mismo?,
quizá alguna de estas preguntas es directamente para ti y estoy seguro
que si estas leyendo esto es porque necesitas que Dios hable a tu vida,
tienes la necesidad imperiosa de volver a aquel estado en donde te
sentías muy bien delante de Dios.
¿Qué hago para volver a sentirme bien con Dios y conmigo mismo?
Primero: Debes entender que necesitas recuperar los hábitos espirituales que te alimentaban y fortalecían. Quizá tu digas: “Es que no puedo, siempre que lo intento no puedo”.
Y es que hay que ser sinceros, cuando dejamos de orar o de leer la
Biblia se nos hace más difícil volver al ritmo de oración o lectura que
antes teníamos, pero eso solo lo vamos a vencer: ORANDO y LEYENDO. Por mucho que te cueste: ¡HAZLO! Si no lo haces nunca vas a forjar ese excelente hábito. La Biblia dice: “No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien.” Romanos 12:21 (Nueva Traducción Viviente).
Segundo: Reflexiona sobre el objetivo del porque haces todo lo que haces para el Señor.
A veces nos sumergimos tanto en el servicio y servimos a todos y
olvidamos el porque comenzamos a servir. La mayoría de nosotros cuando
comenzamos a servir teníamos muy presente que todo lo que hacíamos lo
hacíamos para Dios y por esa razón tratábamos de hacerlo lo mejor que
podíamos y con ánimo voluntario. Sin embargo con el transcurrir de los
años aquel objetivo se va perdiendo y de pronto nos encontramos haciendo
lo que hacemos simplemente porque lo tenemos que hacer o porque no hay
otros que lo hagan, olvidando que todo lo que hacemos es para el Señor.
La Biblia dice: “Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si
estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya
saben que Dios les dará, en recompensa,
parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven
a Cristo, que es su verdadero dueño.” Colosenses 3:23-24 (Traducción en
lenguaje actual). Cuando nosotros tenemos muy claro a quien
servimos y porque lo hacemos entonces todo el panorama cambia, lejos de
sentirnos cansados nos sentimos fortalecidos, porque comprendemos que Él
mismo nos da la fuerza que necesitamos.
Tercero: Reconoce que tus fuerzas no provienen de esfuerzo humano sino de Dios quien es el que te las da.
Hay una cosa importante, si has llegado hasta donde estas, si has
avanzado todo lo que has avanzado tienes que entender que ha sido Dios
en ti dándote las fuerzas necesarias para hacerlo y si hoy te sientes
cansado tienes que comprender que Él esta dispuesto a fortalecerte para
que sigas adelante porque Él jamás te dejará solo. La Biblia dice: “Dios les da nuevas fuerzas a los débiles y cansados.” Isaías 40:29 (Traducción en lenguaje actual).
Quizá hoy te sientas cansado y no te
preocupes, todos nos hemos sentido cansados en algún momento de la vida,
pero es necesario que no nos rindamos, porque no hemos sido llamados a
rendirnos sino a ser valientes y avanzar.
Dios quiere recordarnos este día que Él
renueva nuestras fuerzas, quizá tu pienses que ya no podrás volver a
aquel nivel espiritual en el que te encontrabas, sin embargo Dios es
experto en hacer todas las cosas nuevas y Dios ha de restaurar en ti
aquella comunión que tenias pero para ello necesita que en tu corazón
halla una disposición sincera y total para que Él pueda obrar.
Hoy quiero terminar este devocional
haciendo una oración por tu vida, para aquellos que se han sentido
cansados y sin fuerzas, para ustedes en especial oro a Dios en este
momento:
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