Friday, March 22, 2013

Seamos Cristianos Abejas

“Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” Efesios 4:3 (RVR)

Seamos Cristianos Abejas

cristianos-abejasLas colmenas con comunidades extremadamente organizadas. Cientos de abejas vuelan día tras día en busca de polen para generar la miel necesaria para el proceso natural de la colmena. Y mientras un gran grupo de abejas están trabajando en conseguir la materia prima, hay otras que se quedan en su casa. En estos días de tanto calor, nos acostumbramos a poner el ventilador o el aire acondicionado para refrescar nuestras casas. Se pone agradable la frescura en casa.
Pero en la colmena no hay ventiladores, ni mucho menos aire acondicionados. Y cuando el calor aumenta el peligro se incrementa en la colmena. Demasiado calor puede provocar que la miel y la cera se derritan y crear un caos, grandes pérdidas monetarias y de vidas.
Por eso las laboriosas abejas diseñaron un plan para refrigerar la colmena. Las abejas que no vuelan para buscar polen que se quedan en casa pero no para descansar, sino para crear un ventilador gigante con sus alas. Ellas aletean en la entrada de la colmena para intercambiar el aire. Hacen que salga el aire viciado y caliente de la colmena e introducen con sus alas el aire fresco y renovado.
No se cansan de aletear, no se cansan de intercambiar el aire, pero depende del esfuerzo de cada de ellas para alcanzar el éxito. Es imposible que con una sola abeja se pueda refrigerar la colmena. Hace falta el trabajo mancomunado de cientos de ellas para lograrlo.
La misma idea es la de Dios cuando nos pide que cuidemos la unidad de la Iglesia. No es el trabajo de algún iluminado solitario. Es imposible cuidarla con el esfuerzo de algunos. La unidad en la iglesia es el trabajo unificado de muchos que alineados con un objetivo espiritual desean obedecer a Dios.
Para hacerlo hay que imitar a las abejas, sacar de la iglesia el aire caliente y contaminado de los malos pensamientos, los chusmerios, la envidia, los celos, las peleas, los rencores, la falta de perdón, del orgullo, para introducir la frescura del aire del Espíritu, su Gracia y su amor en la iglesia.
¿Qué tipo de aire traes a la Iglesia? Que sea el aire fresco de Dios que renueva, purifica, alienta, sostiene, refresca y bendice.
REFLEXIÓN – Actuá como las abejas.
Un gran abrazo y bendiciones

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