"USANDO TU PASADO"

Quien no tiene resentimientos o lamentaciones de cosas pasadas o cosas que no hicimos?

Dios nos ha dado libertad y su gracia nos perdona todos nuestros pecados: pasados, presentes y los que cometeremos en el futuro. Pero hay veces que aun sabiendo que Dios nos ama, que Dios nos ha perdonado todo lo que hemos hecho eso no nos detiene de pensar y auto castigarnos por nuestras acciones. Vivimos con culpa.  Vivimos con remordimiento. Y son estos sentimiento son daniñas para nuestra vida. No nos deja vivir vidas plenas o disfrutar del perdón de Dios completamente.
Pueda ser que me digas “hermano,hermana, pero no sabes lo que he hecho. No tienes idea de cómo ha sido mi vida.” Es cierto. No sé que has hecho, que pasado tormentoso o pecados ocultos tenias o batallas actualmente pero Dios si, El te conoce a la perfección (Lucas 12:7) y a pesar de todo eso, quieres saber lo que es más increíble? El te ofrece su perdón.
Darás a conocer a su pueblo la salvación  mediante el perdón de sus pecados. Lucas 1:77
Entonces la pregunta es, porque sabiendo esto no hay crecimiento? No hay madurez en nuestra vida?
Satanás es muy astuto y el va hacer todo lo posible para mantenernos desmotivados, desconcentrados y finalmente sin crecimiento. El nos va a estar suspirando en el oído “No puedes.”, “Ya trataste en el pasado, no va a funcionar esta vez.”, “Siempre desilusionas a Dios, a tu familia/amigos/tu mismo.” ,  “No puedes cambiar. Siempre caes en lo mismo.”  Es duro creer esas mentiras pero es más duro vivir una vida así.

Dios no quiere que vivamos así. Dios desea que le glorifiquemos, que demos nuestro 100% para el, que demos nuestro todo. Nos ha creado de manera única y nos utiliza de una manera única también. No dejemos que nuestra propia culpa nos detenga.
El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron.  Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado. 2 Corintios 5: 14 y 15
Dios  nos ha dicho que somos libres, que somos hechos nuevos al ser Hijos de Él. Y como hijos tenemos que confesar nuestro pecado, nuestra debilidad. Ir donde el y declarar que no podemos mas con nuestras propias fuerzas, nuestras propias medidas e inteligencia. Que lo ocupamos a Él. Y al confesar eso nos ayuda en dos maneras: depender de Dios que solo en El podemos hacer las cosas y a nosotros a buscar  mas la santidad.
Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor»,  y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Salmos 32:5
Y como la palabra dice, El ya no nos ve mal, no nos va a sacar en cara más bien nos va sacar de ahí, nos va a dar fuerzas en El.

Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Hebreos 8:12

Nada nos detiene para servir a Dios, solo nosotros mismos.