Los brasileños Jose Dilson da Silva y Zeneide Novais llevan tres semanas encarcelados. La iglesia de Brasil se ha movilizado a la oración y el Gobierno está involucrado para lograr su liberación.\
Son semanas de incertidumbre, pero sobre todo, de oración, entre los evangélicos de Brasil. El motivo es la intercesión por dos misioneros, Jose Dilson da Silva y Zeneide Novais, que están en la cárcel en Senegal desde el 6 de noviembre acusados de “recoger niños sin el consentimiento paterno” y forzar sus conversiones al cristianismo.
Según ha informado Mateus Mendoça a este medio, el pastor José Dilson forma parte de la Agencia Presbiteriana de Misiones Transculturales, mientras que la hermana Zeneide Novais es misionera en Misión Siervos. El proyecto desarrollado por la Iglesia Presbiteriana de Brasil consiste en recibir niños abandonados, que viven en las calles de Dakar, capital de Senegal, y darles educación, reinserción social, formación profesional, atención sanitaria, alimentación y vivienda digna.
Desde esta misión han realizado un comunicado en el que explican que están “tomando todas las medidas posibles para dar soporte a nuestros hermanos en este momento difícil que están pasando, atendiéndoles con asistencia médica, jurídica y comidas diarias”.
AUTORIDADES INVOLUCRADAS
La agencia misionera informa además de que ha contactado con la Embajada de Senegal y con su presidente, así como con el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Cámara de Diputados y el Senado, para mantenerles al tanto de la situación. “El Presidente de la República de Senegal, Sr. Macky Sall, está al tanto de nuestras preocupaciones, habiendo recibido una llamada al principio de esta semana del Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Antônio Patriota”, explican.
De hecho desde la misión agradecen que las autoridades brasileñas están “actuando, demostrando un interés total en el caso y haciendo esfuerzos para resolver el problema”. Muestra de este apoyo ha sido, por ejemplo, la visita del Senador Magno Malta junto a otros representante federales a los misioneros encarcelados.
Tras la visita el senador reveló que en su opinión no hay nada en contra de los brasileños acusados por los padres musulmanes, más allá de un problema de registro del proyecto evangélico en África.
Magno Malta resaltó el trabajo que realizan estas misiones, donde miles de niños son abandonados en las calles. “Es difícil contener las lágrimas – expresó emocionado -. Son presos inocentes en cumplimiento de una misión noble de la paz”, dijo Magno.
Tanto José Dilson como Zeneide Novais han negado la acusación de que forzasen a un menor de edad a convertirse al cristianismo. Para el senador Magno, la principal razón de la detención es “el conflicto religioso, ya que la denuncia fue hecha por un padre musulmán”.
PIDEN ORACIÓN
Desde la misión presbiteriana concluyen su comunicado pidiendo “la oración de todos”. “Esta causa, que en primer lugar pertenece a Dios, también es de toda la Iglesia Presbiteriana de Brasil y de toda la comunidad cristiana brasileña”, afirman.
Finalmente solicitan “que oren para que el Espíritu Santo consuele y fortalezca a los hermanos Pastor José Dilson y hermana Zeneide; por la Gracia de Dios para este momento difícil para los familiares de ambos; por los abogados de defensa – que el Supremo Abogado los dirija a un favorable encaminamiento del proceso”. El comunicado lo firma el pastor Marcos Agripino, que se encuentra en estos momentos en Senegal junto a los presos y acompañando a sus familias
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