Verdad central: La fe en Dios
crece mediante la disciplina y el servicio espiritual.
Texto áureo: Debemos siempre dar gracias a Dios por
vosotros... por cuanto vuestra fe va creciendo (2.Tes..1:3).
Trasfondo bíblico: Mar. 1:14,15; 4:14-20; Luc. 17:5-10; Rom. 10:16,17; Col.
2:5-7; Judas 20,21.
Bosquejo
I. Crea la Palabra de Dios
A. La Palabra de Dios anunciada
B. La Palabra de Dios creída
II. Sirva al Señor
A. Fe fructífera
B. Deber constante
III. Practique disciplinas espirituales
A. Progreso espiritual
B. Edificación espiritual
Objetivo:
Examinar los principios del crecimiento en la fe y vivir según ellos.
Introducción
Alguien ha comentado: "Cualquiera puede contar las semillas que hay en una
manzana. Hay que ser una persona de fe para contar las manzanas que hay en una
semilla."
La fe en Dios hace posible el llevar una vida cristiana triunfante y es un
requisito indispensable si se ha de agradar a Dios. Es lo que nos permite creer
que Él existe y que es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6). La fe
cree en lo imposible porque "para Dios todo es posible" (Mateo 19:26).
La fe bíblica no es una fórmula mística y mágica que podamos usar para lograr
todos nuestros deseos. Es una fuerza poderosa en nuestra vida para el servicio
espiritual al Señor. La fe implica obediencia basada en la fe y la confianza en
la Palabra, el carácter y las promesas de Dios. Mediante la fe, el Espíritu
Santo da el poder, la confianza y la ayuda que necesitamos cada día a fin de
vivir para el Señor
Comentario Bíblico
I. Crea la Palabra de Dios (Marcos 1:14,15; 4:14,20)
A. La Palabra de Dios anunciada
Jesús viajó desde Judea hasta Galilea después que Juan fue encarcelado (Marcos
1:14). A Juan el Bautista lo encarcelaron porque reprendió al rey Herodes por
sus pecados, sobre todo el pecado que tenía que ver con Herodías, la esposa de
su hermano (Lucas 3:19,20).
Jesús anunció las buenas nuevas del reino (vv. 14,15). Se requiere
arrepentimiento y fe en Jesucristo para entrar en el reino de Dios.
Pregunta: ¿Qué significa arrepentimiento?
Arrepentimiento significa cambiar la mente y la actitud de uno, y apartarse del
pecado y volverse a Dios. Una persona arrepentida debe lamentar sinceramente su
pecado y cambiar su manera de vivir.
La fe incluye el confiar en Dios y depender de su perdón y su ayuda en la vida.
El Señor quiere que todas las personas crean y se salven (2 Pedro 3:9).
En la parábola del sembrador (Marcos 4:3-20), la semilla representa la Palabra
de Dios; el sembrador, el que predica el evangelio; y los terrenos, las
distintas condiciones del corazón humano. Jesús presentó cuatro condiciones del
corazón: duro, poco profundo, entre espinos y fructífero. El corazón duro
resiste a la Palabra de Dios. El corazón superficial no tiene profundidad
espiritual alguna. El corazón entre espinos permite que los afanes e intereses
del mundo estorben la obra poderosa de la Palabra de Dios. El corazón fructífero
está plenamente preparado para oír, recibir la Palabra y aplicarla a su vida.
Ese corazón da una abundante cosecha espiritual para el Señor.
Es imprescindible que se siembre la Palabra de Dios. Tiene gran potencialidad
porque origina cambios positivos en la vida de uno (véase Salmo 119:11,105; Juan
17:17). La Palabra de Dios es el fundamento sobre el cual las personas edifican
toda su vida (véase Deuteronomio 8:3; Mateo 4:4). Jesús anunció el evangelio
para que las personas se salvaran, le sirvieran y difundieran las buenas nuevas.
B. La Palabra de Dios creída
Pablo sabía que muchos de los israelitas habían rechazado el evangelio (Romanos
10:16). El Antiguo Testamento presenta muchas profecías de la venida del Mesías.
Algunos que la rechazaron eran tercos, legalistas y duros de corazón, sin lugar
en su vida para aceptar la gracia de Dios.
Se mostró esa gracia en los milagros de Dios, el sistema expiatorio, el
ministerio sacerdotal y la provisión para su pueblo. Los que creyeron en la
Palabra de Dios disfrutaron de sus promesas, su poder y su presencia en su vida.
Anhelaban el día en que vendría el Mesías y establecería el reino de Dios y
reinarían los justos. Hoy muchos rechazan las buenas nuevas del perdón y de la
salvación de Dios.
Pregunta: ¿Por qué rechaza la gente el evangelio?
Algunos no creen en el infierno. Otros temen perder a sus amigos o renunciar a
placeres terrenales. Muchos pasan por alto la necesidad de ayuda espiritual.
Otros oyen el evangelio, pero no lo entienden y "viene el malo, y arrebata lo
que fue sembrado en su corazón" (Mateo 13:19).
Cuando está preparado nuestro corazón, recibimos el evangelio y damos fruto. El
crecer en la fe incluye el oír el evangelio anunciado (Romanos 10:17).
Pregunta: ¿Cómo podemos preparar el corazón para recibir la Palabra de Dios?
Debemos pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a creer. Además, tenemos que
desear que la Palabra nos ayude a crecer en la fe (1 Pedro 2:2). El crecer en la
fe abarca más que simplemente escuchar lo que la Biblia dice. Hay que entender y
aplicar la verdad de Dios a todas las circunstancias de la vida. La Palabra de
Dios resulta poderosa y eficaz cuando la creemos, aceptamos y aplicamos a la
vida diaria (Hebreos 4:12).
Los cristianos tienen la responsabilidad de predicar el evangelio de Jesucristo.
La fe "es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17La gente
anda en busca de ayuda, sentido en la vida y satisfacción espiritual. Los
cristianos tienen las respuestas en las buenas nuevas de Jesucristo. Él espera
que les den sus buenas nuevas a los demás. La última orden que dio Jesús antes
de su ascensión fue que se proclamara el evangelio (Mateo 28:18-20; Lucas
24:45-48).
Los cristianos sienten un gozo extraordinario cuando le hablan a alguien de
Jesucristo y de su amor. Nuestra responsabilidad es hablar. El Señor es el que
salva, perdona, sana y guarda a quienes aceptan su gracia. Pero las personas
tienen que oír antes que puedan creer. ¡Nos corresponde a nosotros ir y
hablarles de Jesucristo para que crean en Él!
II. Sirva al Señor (Lucas 17:5,6)
A. Fe fructífera
Lucas y Mateo transcribieron la enseñanza de Jesús acerca del perdón (Lucas
17:1-4; Mateo 18:21,22). Mateo indica que esa enseñanza se presentó debido a una
pregunta que hizo Pedro.
Pedro consideró que siete veces era suficiente para perdonar algo malo que le
hubieran hecho. Algunos rabinos de la época de Cristo enseñaban que se debía
perdonar sólo tres veces. La respuesta de Jesús, "setenta veces siete", quería
decir perdón ilimitado (Mateo 18:22). No hay límite alguno donde hay fe y amor
genuinos.
Pregunta: ¿Por qué es a veces difícil perdonar?
La naturaleza humana nos hace difícil el perdonar a los demás. Algunos no han
aprendido a perdonar y a librarse de rencores.
Durante el discurso de Jesús acerca del perdón, los apóstoles le pidieron que
les aumentara la fe (Lucas 17:5). Comprendían su falta de fe para perdonar como
había enseñado Jesús. Como respuesta. Jesús puso de relieve la potencialidad y
el poder de la fe (v. 6).
Pregunta: ¿Por qué es importante la fe para la vida cristiana?
La fe viva, poderosa y activa es el fundamento sobre el cual se edifica toda la
vida cristiana. Una forma en que se ejemplifica eso es mediante el perdón que
Jesús enseñó. La fe en Jesucristo se expresa en el servicio sincero y en la
victoria espiritual.
Jesús comparó la fe con la semilla de mostaza (v. 6). La semilla de mostaza es
pequeñita, pero crece hasta convertirse en árbol con grandes ramas y mucho
fruto. Una pequeña cantidad de fe es eficaz para romper las cadenas de la falta
de perdón. Jesús ilustró este concepto enseñando que una pequeña cantidad de fe
podía arrancar de raíz un sicómoro y echarlo en el mar.
En esta ilustración. Jesús empleó una figura de dicción llamada hipérbole. Una
hipérbole es una exageración de un concepto o una verdad para captar la atención
y subrayar un punto importante. La proposición que estaba tratando de establecer
era que una pequeña cantidad de fe, la fe que ya uno tiene, posee una
potencialidad extraordinaria para los cristianos.
El sicómoro tiene fuertes raíces. Esa ilustración puso de relieve que una
pequeña cantidad de fe es más poderosa que las raíces de la falta de perdón o la
dificultad. Cuan emocionante es la verdad que se revela en este pasaje: Dios,
deseando obrar en nuestra vida, responde a la fe que tenemos en Él, aun a la "fe
[tan pequeña] como un grano de mostaza" (v. 6).
B. Deber constante
Pregunta: ¿Por qué hizo resaltar Jesús el deber constante?
En esa parábola Jesús hizo resaltar el deber de un siervo con su señor (Lucas
17:7-10). Un señor nunca serviría al siervo. Más bien esperaría que su siervo lo
ayudara. Se supone que un siervo preste fielmente su servicio porque ese es su
deber. Se pone de relieve ese principio muchas veces en la Biblia (Efesios
6:6,7).
El Señor espera fidelidad, ya sea que el servicio se haga en público o en
privado. Los cristianos sirven sin considerar el reconocimiento, el aprecio ni
los beneficios recibidos. La actitud del servicio cristiano debe ser amar a Dios
y a las personas.
Pregunta: ¿Cómo contribuye a edificar nuestra fe el servir a Dios?
David tuvo la fe para derrotar a Goliat porque sabía cómo lo había ayudado Dios
a derrotar al león y al oso (1 Samuel 17:37). A los discípulos se les reprendió
por tener poca fe cuando interpretaron mal la advertencia de Jesús contra la
levadura de los fariseo y de los herodianos (Marcos 8:14-21). Pensaron que
estaba molesto porque no habían llevado pan. Jesús les recordó los milagros de
alimentación de las multitudes.
La fe de los discípulos debió haber crecido gracias a esas experiencias de la
milagrosa provisión de Dios. Pero no habían crecido aun lo suficiente en su fe y
comprensión de Dios para reconocer que Él supliría para la necesidad. El
recordar lo que ha provisto Dios en el pasado nos ayudará a creer en Él para lo
que necesitamos hoy.
III. Practique disciplinas espirituales (Colosenses 2:5-7)
A. Progreso espiritual
Pablo nunca había estado en Colosas; sólo había oído de la fe de ellos en el
Señor (Colosenses 1:4,9). Epafras, quien probablemente se salvara mediante el
ministerio de Pablo en Éfeso, predicó en Colosas y ayudó a establecer aquella
iglesia (v. 7).
Pablo exhortó a los cristianos colosenses que siguieran fieles al Señor (2:5-7).
No quería que fueran engañados por las falsas doctrinas que se habían infiltrado
en la iglesia. Pablo refutó esas doctrinas a lo largo de toda esa epístola.
Entre las falsas doctrinas que había en Colosas estaban el ritualismo
(Colosenses 2:16,17); el ascetismo (v. 21); la adoración de ángeles (2:18); la
interpretación equivocada de la naturaleza de Jesucristo (v. 3,9); el
conocimiento secreto (v. 18); y confianza en la sabiduría humana (vv. 4,8). Aun
en la actualidad hay personas que luchan con muchas de esas cuestiones.
En el mundo actual, muchos falsos maestros dicen tener poderes espirituales
extraordinarios, anunciando un resonante mensaje positivo. Sin embargo, están
lejos de las sanas enseñanzas de la Biblia. Los cristianos deben cuidarse de la
falsa doctrina. Deben estar firmes en sus creencias para que no influya en ellos
y los engañe la falsa enseñanza.
Pablo empleó imágenes conocidas para hacer resaltar la necesidad de crecimiento
y estabilidad espiritual. Él empleó ilustraciones verbales alusivas a un
ejército, un árbol, un edificio, una escuela y un río a fin de mostrar distintos
aspectos del crecimiento cristiano.
Los términos "orden" y "firmeza" (v. 5), alude a un ejército debidamente
alineado para la batalla. Los soldados deben estar adiestrados, preparados para
la lucha, y deben obedecer las órdenes. También los cristianos deben estar
preparados para la lucha espiritual (Efesios 6:10-18).
La palabra "arraigados" (Colosenses 2:7) es un término agrario. Nos recuerda un
árbol enraizado, que crece robusto. De igual manera, un cristiano está arraigado
al creer en Jesucristo y crece en la fe y lleva fruto (Juan 15:1-8).
La palabra "sobreedificados" (Colosenses 2:7) es un término arquitectónico.
Indica que la construcción sigue en progreso. Eso puede alentar nuestra fe,
sabiendo que Dios no ha terminado con nosotros todavía.
Empleando la frase "como habéis sido enseñados", Pablo presentó la idea de una
escuela para ilustrar la necesidad de instrucción en la Palabra de Dios. El
estudiar la Biblia con la iluminación del Espíritu Santo ayuda a los cristianos
a crecer en la fe.
La última ilustración verbal que Pablo empleó para el crecimiento cristiano se
encuentra en la palabra "abundando". Esa palabra sugiere un río desbordado. Los
cristianos han de desbordarse con acción de gracias al Señor por sus
bendiciones.
B. Edificación espiritual
Pregunta: ¿Por qué deben orar los cristianos?
El fundamento de una vida cristiana es su "santísima fe" (Judas 20). La oración
resulta en edificación espiritual. Edificación significa crecer o fortalecerse.
La oración es más que pedirle al Señor que satisfaga nuestras necesidades.
Oración es la comunión con el Señor en la que los creyentes buscan, aprenden y
obedecen la voluntad de Dios (Hechos 4:23-31). Cuando los cristianos pasan
tiempo con Jesucristo en la oración, se vuelven espiritualmente fuertes y están
preparados para enfrentarse a las inesperadas dificultades de la vida.
La frase "orando en el Espíritu Santo" (v. 20) sin duda incluye el orar en
lenguas, o como dicen algunos, empleando nuestro lenguaje de oración. Pero la
Biblia no lo limita a eso.
Efesios 6:18 nos alienta a que oremos siempre con toda oración y con específica
súplica en el Espíritu. Eso indicaría el orar en el Espíritu con nuestro
entendimiento en nuestro propio idioma además de orar en lenguas. Asimismo, en 1
Corintios 14, Pablo habló de orar con el espíritu (en lenguas) y con el
entendimiento (en un idioma conocido).
El Señor desea que sus hijos crezcan en la fe y que permanezcan en su amor hasta
que los lleve al cielo (v. 21). Una fe creciente recibe la misericordia de Dios,
y por último nos da vida eterna.
Aplicación
La fe proporciona un fundamento sobre el cual edificar nuestra vida espiritual e
influye en toda nuestra manera de vivir. Mediante la fe, vivimos en una diaria
expectativa de la bondad de Dios.
Esta lección ha descrito cómo podemos crecer en la fe cristiana mediante la
disciplina y el servicio espiritual. La fe crece cuando activa y constantemente
estudiamos la Biblia, oramos, crecemos en las pruebas y dependemos del Espíritu
Santo. La fe mantiene a los cristianos en el amor y la misericordia del Señor.
La fe es un requisito indispensable, porque sin ella no se puede agradar a Dios
(Hebreos 11:6)
Debemos oír, entender y aplicar la verdad de Dios a nuestra vida. No debemos
permitir que la dureza espiritual, las emociones ni el afán de este siglo
estorben la potencialidad del evangelio en nosotros. La Palabra de Dios es
eficaz en ayudar que la fe crezca y es el fundamento seguro sobre el cual se
edifica la vida de uno.
Los creyentes deben mostrar crecimiento en la fe. El perdón es una forma de
mostrar esa fe creciente. También se expresa mediante el fiel servicio
cristiano. Además, cumplir nuestro deber indica genuino amor al Señor. Por
último, una actitud agradecida caracteriza la fe creciente.
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