No puedo andar con esto
No, no podemos avanzar y ganar las
victorias para el Señor,
las cuales
Él
pone delante de nosotros, hasta que hayamos echado afuera toda este carnal "armadura
de Saúl" (la cual no ha pasado la prueba) y andemos solamente en el poder y la
fuerza de Jehová.
La iglesia primitiva no tenía ninguno de estos acompañamientos de religión que
tenemos hoy. Los cristianos primitivos servían a Dios en la simplicidad del
evangelio, confiados en Él, y Él obraba maravillas. En una generación el
mensaje se proclamó cerca y lejos sobre el mundo (el que era conocido en aquel
tiempo), por el poder del Espíritu Santo. Ellos no necesitaron hacer publicidad
ni atraer a la gente por métodos mundanos. El poder del Espíritu se manifestaba,
y ellos confiaban en él, y Él hizo la obra. Leemos en la historia del
reavivamiento galés, de su simplicidad. La obra humana estaba notablemente
ausente, sin embargo Dios se enaltecía; no había coro, pero todos cantaban, no
había colectas de dinero. Los hombres se hacían a un lado y le daban al Señor
la oportunidad de obrar.
Sabemos que la vida
cristiana es una vida sobrenatural. Sabemos que esta se desarrolla en nosotros
individualamente, pero no por nuestras propias obras, sino que "Cristo en
nosotros la esperanza de gloria" (CO 1:27) es quien se manifiesta por la fe, a
través de una vida totalmente entregada y apartada sólo para Él. Si esto es así
(que la iglesia está compuesta por almas y vidas entregadas a Dios, y que es
dirigida y movida por Él ) ¿por qué debemos creer que necesita ser organizada,
dirigida y controlada por manos humanos, y llenada con obras y proyectos de
hombres, según los compromisos con un mundo impío, todo esto a fin de hacerlo
funcionar? Parece difícil hallar un grupo hoy, que no ha caído en el espíritu
de actividades sociales mundanas, diversiones, como también en una multiplicidad
de obras y programas de maquinaria humana. Parece difícil hallar un lugar donde
no reine el orgullo, ni el espíritu de exhibicionismo y de carnalidad, que trata
de atraer la atención hacia sí mismo. Son comunes las cenas, fiestas,
actividades para los jóvenes, deportes, y juegos de diversos tipos, los
cuales pueden retener a los jóvenes en la iglesia, pero que nunca pueden
llevarlos a los fuentes de aguas vivas, las que Cristo tiene preparados para
todos aquellos que buscan su rostro. Cristo dijo: "DEJA QUE LOS MUERTOS
ENTIERREN A SUS MUERTOS, Y TÚ VE, Y ANUNCIA EL REINO DE DIOS" (MAT 8:22). ¿Cuando
dejará la iglesia al mundo dedicarse a las
cosas materiales de este
mundo, para consagrarse a la sola
tarea de proclamar el evangelio eterno en el poder del Espíritu a un mundo
perdido? Existe una fuerza de atracción y un poder tales en la sencilla
predicación de la Palabra de Dios (cuando es ungido por el Espíritu Santo), que
atrae y sacia al alma hambriente, y la cual no necesita como introducción
atracciones musicales. Si confiamos en el Espíritu para que nos guíe en sus
caminos en nuestras vidas personales, ¿por qué no confiar en su guía para
nuestra pública adoración, para una adoración en espíritu y en verdad, la cual
Dios busca de sus criaturas (y la que sólo le es acepta)? (JN 4:23) Si nosotros
no podemos venir individualmente ante Dios con nuestros propias muertas y vacias
obras ¿por qué ofrecemos las obras de nuestras manos en nuestros cultos públicos?
Si esto es verdad en nuestras vidas personales (que nuestros propios caminos y
obras sean vacíos y huecos de su presencia y poder) ¿esto será menos verdadero
en la iglesia?
¿Dónde
está el pueblo que tendrá el coraje de echar todas estas cargas, las cuales el
enemigo ha puesto sobre nosotros, para que de ahora en más sigamos la
simplicidad del evangelio, "la fe que ha sido una vez dada a los santos"? (JD
3) ¿Quién se despojará completamente de las vacias y mundanales formas, de este
tiempo de apostasía y aprenderá de la Palabra de Dios, y del ejemplo de la
Iglesia primitiva, la adoración pura, la cual aceptará Dios, y através de la
cual Él hará una obra poderosa de salvación en los corazones y las vidas de los
hombres? Mientras oramos por un avivamiento y para que Dios haga de nosotros
soldados poderosos para Él, para poder vencer a nuestros enemigos fuertes y
engañosos y poder salvar almas preciosos de las garras de Satanás, oremos
también para que Dios nos otorgue
gracia para poder echar fuera de nosotros toda ese "armadura de Saúl" (como lo
hizo David) de esta apostatada generación, la cual Dios ha abandonado. También
oremos para que podamos ser vestidos "con toda la armadura de Dios, para que
poda(mos) estar firmes contra las asechanzas del diablo" (EF 6:11). Al igual
que David, no podemos marchar hacia la victoria con la "ropa de Saúl".
Que podamos, en el nombre de Jesús,
vestirnos con toda la armadura de justicia, y con las armas de Dios.
"Porque las armas de nuestra milicia so son carnales, sino poderosos en Dios
para la destrucción de fortelezas" (2 CO 10:4) Esta es la
armadura que ha sido probada en todas las pasades edades, y lo cual ha resistido
examin
de cada batalla... Amén.
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