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Friday, March 1, 2013

Aprende Las Cuatro palabras que dan resultado

         Aprende Las Cuatro palabras que dan resultado

Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. – Marcos 11:24
4-palabras-corazonCreer: esa es la clave para todo en el reino de Dios. Es la manera en que nos conectamos al poder del Dios Todopoderoso. La mayoría de nosotros sabemos eso, pero ¿sabemos cómo ponerlo en práctica?
En realidad es más fácil de lo nos imaginamos. Es tan fácil como decir: “creo que lo recibiré”.
Algo sucede en su espíritu cuando dice esas palabras. No entiendo cómo, pero es así. No entiendo cómo mi sistema digestivo sabe qué hacer cuando trago algo, pero lo hace. Todo lo que tengo que hacer es ingerir un poco de comida y empieza a trabajar. No tengo que forzarlo ni tengo que sentirlo, simplemente sucede. Esa es la manera en que está hecho el cuerpo.
Su fe se libera casi de la misma manera cuando usted se alimenta de las preciosas promesas de Dios y las “traga” en su espíritu y dice: “creo que lo recibiré”. No tiene que forzarla ni tiene que sentirla, simplemente sucede. El espíritu nacido de nuevo está hecho de esa manera.
Cuando repite con su boca: creo que recibiré mi sanidad, o: creo que mis necesidades económicas serán colmadas”, y luego cita los pasajes bíblicos que respaldan esas confesiones, la fe se libera para traer el poder que satisface esas necesidades.
Como dijo un hermano, usted necesita “mantener el interruptor de la fe encendido”. Gloria y yo hemos descubierto que confesar en voz alta las palabras “creo que lo recibiré” es una manera de mantenerlo encendido. Lo decimos cuando oramos, lo decimos cuando alabamos a Dios, lo decimos cuando leemos la Palabra. Lo decimos especialmente en las tinieblas, cuando parece que no vamos a recibir nada. Cuando todo parece que va de mal en peor, lo confesamos aún en voz más alta: “creo que lo recibiré”.
¿Quiere activar hoy su fe? Entonces haga de estas cuatro palabras las más importantes de su vocabulario. Dígalas todos los días. Pronto descubrirá, tal como nosotros lo hicimos, que dan resultado.
Marcos 11:12-24
11:12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
11:13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
11:14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
11:15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
11:16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
11:17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
11:18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.
11:19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.
11:20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
11:21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
11:22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 
11:23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

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